Cambiar de ordenador; 6 síntomas de que deberías hacerlo

Pobrecito. ¡Lleva tantos años contigo! Tu ordenador es como un miembro de tu familia. Siempre está presente en tu día a día. Te lo llevas al parque, de vacaciones, al baño… Tiene incluso una silla reservada el día de Nochebuena, al lado de tu primo de Albacete.

Pero el tiempo pasa y los ojitos con los que te mira -le pintaste unos en la carcasa para hacerlo más humano- son cada vez más quejumbrosos. Poco a poco, ha empezado a funcionar más lento y no para de darte problemas. No se trata de que tengas que tirarlo a la basura (¡eso nunca!), pero tal vez sea momento de ir pensando en buscarle un sustituto y dejar que tu viejo amigo pase sus próximos años en el trastero, intimando con el ventilador roto y el árbol de Navidad.

¿Quieres saber si ya ha llegado esa dramática fecha? En este artículo vamos a ver algunos signos que pueden indicar que tal vez haya llegado el momento de cambiar de ordenador.

¡No te eches a llorar, que no es para tanto! Vamos allá.

– Todo funciona terriblemente lento

Cuando enciendes el ordenador por la mañana te da tiempo a ducharte, vestirte, desayunar un café con tostas y dos huevos fritos y dar de comer al canario. Y cuando vuelves a tu equipo aún está pensando en sus cosas. ¿No te parece que algo está fallando?

Existen muchos motivos por los que un ordenador puede funcionar demasiado despacio, y no todos tienen que ver con su antigüedad, pero algunos sí. Puedes echar un vistazo a varios de los problemas de lentitud más habituales que pueden presentarse en un ordenador en este artículo (incluir link a eHorus 52), pero ten en cuenta que, en algunas ocasiones la causa será la más obvia: tu equipo está mayor y ya no puede más…

– Hace más ruido que una taladradora

¿El ruido de las bocinas de los coches y los motores en marcha te parece el sonido de la tranquilidad cada vez que sales a la calle? Puede que trabajes en un ambiente demasiado ruidoso, y tal vez tu ordenador del Pleistoceno tenga algo que ver el ello…

Un ordenador demasiado viejo se llena de ruidos que pueden resultar muy molestos. Desde el disco duro hasta los clásicos ventiladores bufando como búfalos embravecidos, diversos componentes de un ordenador pueden generar ruido, que habitualmente irá a más con la antigüedad. ¿Prefieres quedarte con tu ordenador viejo y trabajar en ese ambiente ensordecedor o hacerte con uno nuevo más silencioso? Creemos que la elección está clara…

– No puedes instalar los últimos sistemas operativos

¿Sigues usando Windows 95? ¿Y qué tal lo de encender fuego frotando un palo?

Dejar pasar más y más nuevos sistemas operativos por delante de tus narices sin instalar ninguno puede representar el dejar pasar oportunidades para trabajar mejor. Utilizar el último sistema operativo que haya salido al mercado no es imprescindible, pero si el hardware de tu viejo ordenador se ha quedado demasiado atrás y te impide trabajar con un sistema operativo moderno, es posible que necesites plantearte el hacerte con uno nuevo…

– No puedes utilizar el software que necesitas

Este también puede ser un motivo de peso. Necesitas utilizar nuevo software, tal vez para llevar a cabo algunas tareas importantes de tu trabajo, pero tu ordenador es tan antiguo que no lo soporta o no lo puede ejecutar en condiciones.

En algunas ocasiones, cambiar alguno de sus componentes (por ejemplo la memoria RAM) podría ser suficiente para salir del paso, pero en otras el desfase será tan grande que significará el momento de decir adiós a tu antiguo equipo y dar la bienvenida a uno nuevo.

– No para de averiarse

¿Has echado cuentas? No paras de sufrir interrupciones y de perder tiempo, y además has reparado tu ordenador tantas veces que ya te has gastado más dinero que el que te habría costado un equipo nuevo. Y la cosa va a peor…

Aunque un ordenador nuevo también puede averiarse, suele ser más fácil que lo haga uno viejo. Y si es demasiado antiguo lo normal será que la frecuencia en las averías vaya en aumento con el tiempo. Aunque a veces saldrás del paso con una reparación, cuando las averías se repitan con frecuencia tal vez llegue el momento de plantearse si no sería mejor un cambio.

– No te queda espacio en disco

Con el tiempo, tanto los archivos como los programas que se lanzan al mercado suelen tender a tener un tamaño mayor y por tanto ocupan más espacio en el disco duro. Y resulta que el de tu ordenador ya hace tiempo que no da más de sí.

En algunas ocasiones podrás solventar temporalmente este problema creando copias y exportando material a soportes externos, o simplemente borrando material innecesario, pero en otras tendrás que ser realista y aceptar que, si bien en los años 90 tener un disco duro de 1GB era la pera, hoy en día se queda muy cortito y te vendría muy bien contar con un equipo nuevo.

Estos que hemos visto son algunos de los signos que pueden indicar que ha llegado el momento de dar una merecida jubilación a tu ordenador, pero seguro que tú, apreciado lector, conoces algunas más. ¿Quieres compartir tus experiencias con los demás lectores de este blog? ¿Por qué no dejas un mensaje en la caja de comentarios que se encuentra justo al final de este artículo?

Eso sí, antes de ponerte a escribir sin descanso, ¿qué tal si dedicas unos minutos a conocer eHorus?

Ehorus es un sistema de gestión remota de equipos informáticos (software de escritorio remoto) que puede serte de ayuda en muchas tareas.

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