Cómo ser un profesional moderno; descubre 9 cualidades muy útiles
En el mundo actual, todo cambia a gran velocidad. Cambian nuestras ciudades, nuestros coches, nuestra forma de relacionarnos, y también cambia el trabajo.
De igual forma que algunas profesiones existentes hace apenas unas décadas han desaparecido, han surgido otras nuevas que nuestros abuelos ni siquiera comprenderían del todo.
Todos estos cambios hacen que la idea de desarrollar una carrera laboral a la antigua usanza sea cosa del pasado. Nuevas capacidades y actitudes se hacen necesarias para prosperar en este mundo que nos sorprende día a día. ¿Las tienes? En este post vamos a ver algunas de las cualidades que te pueden venir muy bien para ser un profesional moderno.
– Capacidad de adaptación.
Es la cualidad más básica. En un mundo cambiante, quien no es capaz de adaptarse, se queda atrás.
Un profesional moderno debe tener claro que su vida puede cambiar de un momento para otro. Un día puede estar trabajando en Shanghai como ingeniero, y unas semanas después ser comercial en Madrid. Cuanta mayor sea la flexibilidad del profesional, más puertas encontrará abiertas y mayor será su libertad de elección. Un apunte: en la capacidad de adaptación influyen muchos factores, pero uno que no debes olvidar es la facultad de tener una mente abierta al cambio.
– Movilidad.
La mejora en las comunicaciones y en los medios de transporte han convertido nuestro mundo en algo cada vez más pequeño (y a la vez más grande). Medios como Internet permiten que personas de todo el planeta puedan contactar entre sí de forma instantánea. Por eso, las relaciones comerciales ya no se limitan a los tratos locales, sino que con mucha frecuencia alcanzan, no sólo muchas ciudades, sino casi todos los países que hay en el mundo.
Si eres capaz de trasladarte a los lugares que el ejercicio de tu profesión exija, y si utilizas los medios tecnológicos a tu alcance para, por ejemplo, ser capaz de trabajar de forma remota, tus posibilidades laborales se multiplicarán.
– Capacidad para trabajar en base a proyectos.
La idea de trabajar durante toda la vida para una misma empresa es empieza a convertirse en algo del pasado. Hoy en día, las empresas demandan, cada vez, más soluciones especializadas y concretas, lo que conlleva con frecuencia contratar profesionales para llevar a cabo proyectos. Con ello no queremos decir que no se pueda optar todavía a una forma de trabajar más tradicional y estable, pero tener en cuenta esta opción puede ampliar tu campo de posibilidades.
– Capacidad para trabajar en equipo.
Conforme el trabajo se vuelve más complejo y las personas tienen mayor facilidad para comunicarse, más necesario y viable se hace el trabajo en equipo. Aunque viene de antiguo, se puede decir que el trabajo en equipo está viviendo una edad dorada. Conocedoras de su potencial, las empresas lo fomentan. ¿Eres capaz de entenderte con otras personas y conseguir formar parte de un grupo de trabajo altamente productivo? Es muy probable que las empresas lo tengan en cuenta.
– Tener una buena formación.
El mercado de trabajo es cada vez más complicado, exige cada vez más conocimientos y más especialización, y por ello una buena formación, completa y frecuentemente actualizada, es imprescindible. Y no se trata sólo de la formación reglada (que también), sino de la sed de aprender por uno mismo y de la actitud de extraer enseñanzas de cada una de nuestras experiencias. Si tienes esas cualidades, serás un valor para las empresas.
– Alta productividad.
El profesional moderno aspira a tener un alto rendimiento. En un mundo laboral altamente competitivo, te resultará difícil sobrevivir si no te planteas cómo conseguirlo. Para lograrlo, además de tener una excelente formación y usar la tecnología adecuada a tus necesidades, ten en cuenta factores muy presentes hoy en día, como la correcta gestión del tiempo. En este blog ya hemos hablado de algunas técnicas para aprovecharlo mejor, como la Técnica Pomodoro o la Técnica GTD.
– Tener pasión.
La pasión por el trabajo siempre ha sido muy útil para ser un buen profesional, pero hoy lo es más que nunca. Cuando el mercado laboral se vuelve tan competitivo, la pasión puede suponer un empuje extra que permita destacar por encima de los demás. Además, tu deseo no sólo será positivo para las empresas que puedan contratarte, sino que te aprovechará a ti mismo; mejorará tu día a día y aumentará tu felicidad. ¿Necesitas más motivos para dedicarte a algo que te apasione?
– Presencia digital.
En un mundo interconectado, no te puedes quedar aislado. Ya debes saberlo; existen multitud de medios para tener presencia en Internet. Los más utilizados son las redes sociales, especialmente las redes sociales profesionales (¿quién no conoce LinkedIn?). Tener presencia en Internet o en redes sociales no es obligatorio, puedes vivir sin ello, y de hecho hay personas que lo aborrecen y a las que no les va nada mal. Pero hacerlo te proporcionará visibilidad y contactos que difícilmente podrías tener si permaneces en el anonimato. Tú eliges.
– Usar la tecnología.
Vivimos en un mundo tecnológico. No hay más. Es verdad que existen personas que sienten rechazo hacia la tecnología –aunque en muchas ocasiones se trata de cierta pereza a tener que aprender a utilizarla- y también es cierto que no hay ninguna ley que te obligue a hacer uso de ella, pero si no lo haces te estarás poniendo a ti mismo límites innecesarios.
Se hace muy difícil imaginar un profesional moderno que no utilice tecnología en su día a día. En la actualidad tenemos al alcance de nuestra mano miles de dispositivos, aplicaciones, software, etc. que pueden ayudarnos a hacer nuestro trabajo de una forma más cómoda y eficiente.
Una de estas tecnologías es eHorus. EHorus es un software de gestión remota de equipos informáticos basado en la nube, que puede ayudarte a ser un profesional del Siglo XXI.
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